Un hombre quiere colgar un cuadro. El
clavo ya lo tiene, pero le falta un martillo. El vecino tiene uno. Así, pues, nuestro
hombre decide pedir al vecino que le preste el martillo. Pero le asalta una duda: ¿Qué?
¿Y si no quiere prestármelo? Ahora recuerdo que ayer me saludó algo
distraído. Quizás tenía prisa. Pero quizás la prisa no era más que un pretexto. Ese hombre
abriga algo contra mí. ¿Qué puede ser-? Yo no le he hecho nada; algo se habrá
metido en la cabeza. Si alguien me pidiese prestada alguna herramienta, yo se la
dejaría enseguida. ¿Por qué no ha de hacerlo él también? ¿Cómo puede uno negarse a
hacer un favor tan sencillo a otro? Tipos como éste le amargan a uno la vida. Y
luego todavía se imagina que dependo de él. Sólo porque tiene un martillo. Esto ya es
el colmo. Así nuestro hombre sale precipitado a casa del vecino, toca el
timbre, se abre la puerta y antes de que el vecino tenga tiempo de decir «buenos
días», nuestro hombre le grita furioso: -
¡Quédese
usted con su martillo, so penco!-
“El
arte de amargarse la vida”
(Watzlawick)
FIEL MUESTRA DE LO QUE OCURRE A VECES EN ESTE BLOG.
ResponderEliminarSIN COMPLEJOS POR FAVOR: EL O LA QUE SE SIENTA REFLEJADO QUE PONGA EL PRIMER COMENTARIO.
Bos días!!
ResponderEliminarBueno... no voy a entrar profundamente, en el comentario de "Anónimo", para destapar más iras, contradicciones, enfados... y bla, bla, bla.........
Pero como ocurre en más facetas de la vida, de las que hubiésemos deseado........ en fin, que a veces parece que nos anticipamos demasiado, nos amargamos, nos entristecemos....... por los dañinos prejuicios que rondan nuestra mente.......
Y este blog, no podía ser menos.
Aquí, jajajajjaja, a veces es tan, tan, tan, tan claro esto!!!!!!!!!!
De todas formas... en eso radica la libertad de expresión, no???
Tiro la primera piedra: espero no haberle dado a nadie en la cabeza!!!!!!!!!
Biquiños atlánticamente agarimosos!!!!!!!!!!