Mas la gente pasaba sin tomar la fruta.
Entonces, el hombre meditó, y un otoño no dejó granadas en las bandejas de plata fuera de la morada, sino que colocó un gran anuncio: "Tenemos las mejores granadas de la tierra, pero las vendemos por más monedas de plata que cualquier otra granada".
Y, creedlo, todos los hombres y mujeres del vecindario llegaron corriendo a comprar.
Khalil Gibran.
Bos días!!
ResponderEliminarReal como la vida misma.
Pero esa actitud de la gente, yo creo que va unida a la genética o algo así...
Desconfiamos...
Somos desconfiados por naturaleza...
Pero sobre todo, somos bastante materialistas... algo que cueste dinero, es bueno... algo gratis, "tiene que ser malo"...
En todo tiene que haber ganancia... de no ser así, en que basa su existencia???
Todo tiene un precio, sí.
Pero todo precio está ahí, porque nosotros se lo hemos puesto.
El poder de lo material, sobre "el ser porque se es".
Biquiños atlánticamente agarimosos!!