se evita la discordia en el seno del pueblo.
No acumulando tesoros,
se evita que el pueblo robe.
No exhibiendo riquezas,
se evita la confusión en los corazones.
Por eso el sabio, al gobernar,
vacía de deseo los corazones y llena los estómagos,
debilita las ambiciones y fortalece los huesos.
Mantiene al pueblo alejado del conocimiento de lo malo
y del deseo de lo bueno,
y procura que los astutos no tenga oportunidad de intervenir.
Practica el no-hacer
y de esa forma todo se reconduce.
"El libro del Tao"
(Lao-Tse)
Bos días!!
ResponderEliminarSiempre que el "Libro del Tao", se pueda leer bajo el prisma de nuestra vida aquí y ahora... está bien...
Es de hecho una buena guía, para comenzar a desaprender y a no hacer... que no es nada fácil!!
Biquiños atlánticamente agarimosos!!
SI AL TAO LE PONEMOS TRABAS, ELENA, ES QUE NO HEMOS INTERIORIZADO EL TAO.
ResponderEliminarNO TODO ES TAN COMPLICADO.
EN REALIDAD TODO ES MUY SIMPLE
Es que Elena es así.
EliminarQuiere dar la nota. O que la nota se la den a ella.
NO ME HACE FALTA, TERESA, QUE ME EXPLIQUES NADA SOBRE ELENA, NI SOBRE NADIE.
EliminarY COMO HUMILDE FAVOR PERSONAL: CUANDO NO SE SABE LO MEJOR ES CALLAR Y ESCUCHAR.
Los mejores gobernantes son apenas conocidos por sus vasallos;
ResponderEliminarLos siguientes mejores son amados y alabados;
Los siguientes son temidos;
Los siguientes despreciados:
No tienen fé en sus vasallos,
Por tanto, sus vasallos tampoco tienen fé en ellos.
Cuando el mejor gobernante alcanza su objetivo
Sus vasallos lo celebran como si fuese el objetivo de ellos mismos.
Hay pocos gobernantes sabios.
ResponderEliminarHay pocos ciudadanos capaces de sobrellevar la incertidumbre del mañana sin derramar ni una sola lágrima.
Hay pocos ejemplos de dignidad humana sin trabajo, sin comida, sin techo.
Rescapitulemos.
Sin dios ni patria ni ley
ResponderEliminarno serviré a gobernante
ni lucharé para aumentar
su poder de ambición.
Tampoco la religión
me hará cambiar de opinión
no quiero su bendición
el Tao me importa un cojón.
¡Estupendo!
Eliminar¡Genial!
¡Salud!