Es raro el día que no me levante de la cama y al observar una
nueva ley, reforma o ampliación de los deberes ciudadanos. Me encuentro con que
cosas que hacíamos en el pasado y que eran perfectamente legales, hoy pueden ser
causa de cárcel e incluso decenas de millones de euros de multa.
Es por ello que he tenido ocasión de leer como aquellos
ciudadanos que sean pillados con placas solares sin autorización, los
inspectores podrán incluso entrar en su vivienda sin previa autorización
judicial, tal y como hacía la Gestapo cuando sospechaba que un judío se
escondía en alguna parte oculta de una casa durante la segunda guerra mundial.
Nos obligan a consumir energía eléctrica de las empresas en
las que estos políticos legisladores terminan sus días como consejeros,
asesores, secretarios o vete tú a saber qué cargo “virtual” sobre el que recibe
un desproporcionado salario obtenido quizás por la gratitud de leyes como
estas.
En estos tiempos de crisis, nos impiden el auto consumo y la
posibilidad de obtener medios autosuficientes que desahoguen un tanto la
maltrecha economía de los ciudadanos españoles.
Tan exagerada es la ley que prevé multas de hasta 60 millones
de Euros para aquellos que tengan placas que generen 200 vatios sin dar
previamente alta a las mismas con las consiguientes tasas que eliminan el
factor que hace interesante su instalación.
Cada día más esclavos.
Me indigna ver que en países del tercer mundo están tan
civilizados que ni siquiera cobran por tener placas solares, países mucho más
pobres que no se cuestionan robar a sus ciudadanos por disponer de unas cuantas
células solares para alimentar algunas baterías o disponer de unos pocos
vatios.
¿Dónde está el límite de estos irresponsables?, en ningún
sitio, son infinitamente irresponsables.
J. L.
"La granja humana"