Estados Unidos.- Desde hace más de 100 años, los científicos han estado investigando distintas áreas del cerebro humano con la finalidad de encontrar el “interruptor” encendido-apagado que pone temporalmente fuera de servicio la conciencia. Nunca habían logrado “apagar” la conciencia, hasta ahora.
Aunque sólo ha sido probado en una persona, el descubrimiento sugiere que en una sola área del cerebro (el claustro o los ganglios basales), es donde se lleva a cabo la combinación de distintas actividades cerebrales como los pensamientos, sensaciones y emociones, lo que se puede llamar “conciencia”.
Esto nos llevaría a determinar donde surge la conciencia como tal.
Abundan teorías al respecto, pero la mayoría coinciden en que la conciencia implica
interconectividadde varias redes cerebrales, lo que nos permite percibir lo que nos rodea como una experiencia
unificadora, más allá de las percepciones sensoriales aisladas.
Uno de los defensores de esta idea fue
Francis Crick, pionero neurólogo que en los principios de su carrera descubrió la estructura de ADN (1953), junto a
James D. Watson. Apenas unos días antes de su muerte, Crick trabajaba en un documento que sugería que nuestra conciencia necesitaba de una especie de “director de orquesta” para realizar la combinación adecuada de percepciones externas e internas.