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martes, 19 de febrero de 2013

La meditación

Antes de nada me gustaría advertir que este texto, no pretende en absoluto acercarse a verdades "absolutas" sobre la meditación o el acto de meditar.
Para mí, la meditación consiste en fluir con nuestro ser: es la práctica que más nos aproxima a nuestro autoconocimiento.
La meditación, no se puede forzar... ni tampoco se puede teorizar demasiado sobre ella.
Una vez que nos adentremos en las "escuelas", gurús que la promueven y técnicas para su práctica, nos iremos alejando poco a poco de la verdadera esencia de la meditación.
Personalmente, pienso que la meditación es un acto sencillo, de humildad, de reconfortante unión con todo lo que nos rodea.
Sí, ya sé. Lo que promulgan algunas "escuelas", es precisamente todo lo contrario... parece que meditar es situarnos a un plano o nivel superior.
La meditación, comienza como un descubrimiento... y luego continúa como un viaje hacia nuestro bienestar, sentir, aceptación y compasión.
Como las casas no se empiezan a construir por el tejado... la meditación es bastante difícil de practicar si anteponemos el "bien espiritual", al "bien porque sí"... sí, sin darle más vueltas... sin más complicaciones...
Ahora bien, una vez que nos proponemos meditar... ¿cómo hacerlo?... la típica pregunta del millón: ¿cómo se puede lograr dejar "la mente en blanco"?



A la primera pregunta: podemos meditar, teniendo una "guía", alguien que nos muestre cómo es el proceso... o no...
A la segunda pregunta: no se puede dejar la mente en blanco... creo que eso sólo se consigue cuando nuestra actividad cerebral se detiene... y llegados a ese punto, malamente podremos meditar...
Para meditar se ha de tener el firme propósito de querer meditar.
Se puede practicar a diario... y como en tantas otras acciones de nuestra vida: no es más importante la "cantidad" de tiempo que meditamos, que la voluntad de hacerlo: meditar cinco minutos, no nos coloca "inferiormente" frente a otras personas que mediten una hora... casi sin darnos cuentas, poco a poco, llegaremos a meditar una hora... o más tiempo!!
Para meditar, tampoco hay que disponer de un espacio "zen"... o de un entorno budista... ni tan siquiera, hace falta proveernos de incienso, cojines adecuados y "especiales" para meditación... y mucho menos, "retirarnos" al Tíbet...
Medita donde estés cómod@... a ser posible, sin tener interrupciones... pero no te desesperes si el ruido está ahí presente... con el tiempo, podrás meditar hasta en el autobús... en la cola del supermercado... o simplemente, dando un reconfortante paseo.
La postura para meditar, no ha de ser imprescindiblemente la del loto... si no estás cómodo tu mente y tu cuerpo, estarán muy ocupados luchando contra eso... terminarás diciendo que la meditación no es para tí y visitando a un masajista!!
Siéntete bien, a gusto... sientáte bien, a gusto...
No trates de luchar contra los pensamientos, ni contra "por qué precisamente ahora me vienen tantas y tantas cosas a la cabeza"?.
No luches.
Acepta todo lo que te venga y verás como casi sin darte cuenta, los pensamientos van y vienen, pero tú no les das ni la más mínima importancia.
Una buena forma de meditar, es centrarse en la respiración: simplemente contemplar el aire que entra y el aire que sale.
Tu respiración, te acompaña siempre... siempre está ahí... por lo tanto, echa mano de ella!!
Siempre hago referencia a un vídeo que le habían hecho a un profesor, cuando estaba impartiendo un curso sobre meditación... comenzaba sentándose cómodamente sobre un cojín, pero aclaraba que los alumnos o participantes, podrían sentarse sobre sillas...
Vestía con "normalidad": es decir, no se "vestía para meditar"... simplemente se cubría con una ligera manta.
Su postura era la de medio loto.
Tocaba el cuenco y decía: "vamos a comenzar la clase para los muy avanzados en meditación".
Y así estaba, en silencio, con los ojos cerrados durante diez minutos.
Al finalizar, abría despacio los ojos y tocaba el cuento.
Volvía a tocar el cuenco y decía: "vamos a comenzar la clase para los medianamente avanzados en meditación".
Y hacía exactamente lo mismo que en el caso anterior, durante diez minutos.
Al finalizar, lo mismo y decía: "vamos a comenzar la clase para los que nunca han practicado meditación".
Y ocurría lo mismo durante diez minutos!!!
Conclusión: todos podemos meditar... de hecho es una de las actividades más saludables y enriquecedoras que existen!!
No hay "grados": meditas o no meditas... así se simple.
Como decía hay escuelas, gurús... distintos tipos de meditación... pero lo esencial es conectarse con la respiración... sin juicios, sin querer transformar nada...
Yo, personalmente, comienzo a meditar, haciendo un poco de ejercicio físico previo... es lo que denomino "ejercicios de descarga". Es una manera de "aparcar" todo aquello que nos ocupa mentalmente nuestra capacidad para disfrutar, y sentir plenamente la vida.
Los beneficios de la meditación son múltiples y variados:

* Regula la presión arterial.
* Permite una mayor conexión neuronal.
* Podemos conectarnos a un nivel más beneficioso con nuestros semejantes.
* Aumenta nuestro sistema inmunológico.
* Podemos ser más reflexivos.
* Tendremos una capacidad más "natural" para enfrentarnos a los problemas o dificultades cotidianas.
* Últimamente, se ha demostrado también, que debido a la interconexión de los dos hemifesrios cerebrales (nuestro cerebro está "divido en dos partes" con sus propias características neuronales), durante la meditación, podemos acceder a un espacio de plenitud y placer que nos permite relajarnos y disfrutar plenamente de todo lo que la vida nos depare.

Sí... la meditación no te convertirá en el ser "más feliz del mundo"... pero si puedes disfrutar y gozar de la vida... de las cosas más sencillas y humildes... si puedes ver a los demás con otros ojos que no sean el juicio, el engaño y la tristeza constante... entonces, sí que eres un meditador@.
La meditación, según yo creo, si no te "acerca"... si en realidad te "aleja", entonces no es meditación.
Os animo a que probéis: cada día intentad ESTAR ATENT@S a vuestra respiración.
Ánimo!!

                                                              Elena Novo López

6 comentarios:

  1. Vaya, vaya... ¡ha reaparecido en su estado mas esencial mi querida y apreciada Elena!
    Le explicacion es perfecta. Porque como bien dices la meditacion no se puede explicar: hay que experimentarla, vivirla.
    Lo de las tecnicas y gurus, ¡aleluya!, por fin alguien lo pone de manifiesto.
    Medita con la vida.
    Y la vida te dara la meditacion que precises.
    ¡Reconfortante texto!

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  2. PIENSO, LUEGO MEDITO.
    RESPIRO, LUEGO MEDITO.
    AUNQUE NO SIEMPRE QUE PIENSO Y RESPIRO, MEDITO.

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  3. Con la que esta callendo y algunos meditando.
    Me parece bastante frivolo y hasta de mal gusto.

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    1. CON LA QUE ESTA CAYENDO Y ALGUNOS DESPERDICIANDO SABIDURIA.
      LO FRIVOLO EN ESTOS MOMENTOS, QUERID@ ANONIM@, ES QUE LOS GRANDES "CHORIZOS" DE ESTE PAIS SE PASEEN DELANTE DE NUESTRAS NARICES CON FAJOS Y FAJOS DE BILLETES.
      TRANQUIL@.
      RESPIRA.
      OOOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM

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  4. Y yo me pregunto, ¿para qué queremos dejar la mente en blanco?
    Yo la mía prefiero tenerla ocupada con muchas cosas, quiero sentir en profundidad, reírme y llorar para seguir caminando con más sabiduría. Con la mente ocupada y sabiendo que no hago daño a los demás duermo y descanso, y aun así mi mente sale disparada a soñar. Está viva necesita vida, no quiero que se quede en blanco, quiero llenarla de muchos colores.

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  5. Meditar, meditar, meditar.
    Mucho ruido, pocas nueces.
    Mucha mente, poco corazón.
    Quien quiera "dejar la mente en blanco" que mire las noticias de prensa escrita, radio y television.

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