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lunes, 27 de diciembre de 2010

Vaciar para volver a llenar

Nan-in, un Maestro japonés de la era Meiji, recibió la visita de un profesor de universidad que quería instruirse en el Zen.

Nan-in sirvió té. Llenó la taza del visitante hasta los bordes, y aún siguió echando té. El profesor observó cómo se derramaba el té. Hasta que no pudo contenerse y exclamó: "¡La taza está llena! ¡No cabe más!".

Nan-in explicó: "También vos, lo mismo que esta taza de té, estáis lleno de vuestras opiniones y especulaciones. ¿Cómo puedo enseñaros el Zen si antes no vaciáis vuestra taza?".

Paul Reps.

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