Nan-in, un Maestro japonés de la era Meiji, recibió la visita de un profesor de universidad que quería instruirse en el Zen.
Nan-in sirvió té. Llenó la taza del visitante hasta los bordes, y aún siguió echando té. El profesor observó cómo se derramaba el té. Hasta que no pudo contenerse y exclamó: "¡La taza está llena! ¡No cabe más!".
Nan-in explicó: "También vos, lo mismo que esta taza de té, estáis lleno de vuestras opiniones y especulaciones. ¿Cómo puedo enseñaros el Zen si antes no vaciáis vuestra taza?".
Paul Reps.
No hay comentarios:
Publicar un comentario