Páginas

domingo, 8 de septiembre de 2013

La soledad perdida

Una piedra se encontraba sola y encaramada en un picacho. Tenía una vista preciosa y estaba rodeada de verde hierba y de una alfombra de flores. Pero, viendo allá abajo a otras piedras reunidas en un camino, decidió dejar su soledad, abandonar la naturaleza y reunirse con ellas. Se dejó rodar. Fue a partir de entonces cuando supo lo que es recibir patadas por los transeúntes, ser pisoteada por los cascos de los caballos, enfangada por el estiércol, golpeada por las ruedas de los carros. De nada le sirvió volver la mirada hacia arriba.

2 comentarios:

  1. Licor do negro café
    que me tumbas que me matas
    licor do negro café
    fasme andar a catro patas
    licor do negro café
    quén che pode decir non
    licor do negro café
    deixame poñerme en pé.

    Acompáñame a unha festa
    emborráchate conmigo
    que nos atope a mañá
    abrazados como amigos
    que nos atope a mañá
    abrazados como amigos.

    ResponderEliminar
  2. ¡Joder lo que hace el licor café!
    Casi prefiero ser piedra, que tener amigos como este colega.

    ResponderEliminar