Desde el dolor, la tristeza y una inmensa pena, refugiado detrás de la pantalla del monitor de mi ordenador, os cuento que CLEO HA ABANDONADO EL CUERPO.
Much@s no sabreis ni quien ha sido Cleo ni de que estoy hablando. A otr@s, no os importará lo más mínimo. Da igual. No importa. Yo sólo puedo deciros que ha sido mi fiel compañera durante más de 11 preciosos años y, que en estos momentos tan duros para mí, me resulta extremadamente complicado el simple hecho de teclear estas palabras y traducir en frases las sensaciones que estoy experimentando. Sólo se que, como poco, quería dejar constancia en una entrada de mi blog, con unas líneas sobre este acontecimiento tan sumamente "delicado". Constancia, para ella y para mi. Para nosotros.
Atrás quedan tantas cosas, momentos, situaciones, miradas y un sinfin de formas con las que nos comunicabamos llegando a un nivel de entendimiento que iba más allá de cualquier tipo de entendimiento racional.
Desde aqui y ya terminando ya que las lagrimas apenas me dejan ver lo que escribo, Cleo, simplemente decirte un "hasta luego Cleucha", ya que sé, que en otros lugares y en otros momentos, nos volveremos a encontrar.
Roberto.
P. D.: - Quizás, si no fuera tan sensible, esto lo llevaría mejor, pero no voy sentirme culpable de nada y, menos aún de sentir y querer.
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