Mi alma resistirá todo reposo mientras asista a un solo sufrimiento o a una sola injusticia. Pero débil, frágil y miserable como soy, no sabría remediar todos esos males y no podría en adelante lavarme las manos. El espíritu me tironea desde un lado, y la carne desde el otro. La libertad emana de la acción conjunta de esas dos fuerzas; pero sólo se llega a ella lentamente, tras prolongadas etapas y penosas dificultades. No conseguiré la libertad por medio de una negativa sistemática a actuar, sino por una acción reflexiva y llevada a cabo en medio de un completo desprendimiento. Esta lucha lleva constantemente a una crucifixión de la carne para dar mayor libertad al espíritu.
Mahatma Gandhi.
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