Desaprender

Resulta irónico, incluso roza lo cómico el hecho de que nos pasemos una buena parte de los primeros años de nuestra vida "aprendiendo" todo lo que, de manera oficial u oficiosa, el sistema pretende inculcarnos tras formas o medios tan dispares y/o diversos como la supuesta educación, socialización, culturización, o cualquier otro medio de "anulación" de la individualidad humana y que contribuyen a la consecución de otra oveja más para el rebaño.

 

La ironía salta cuando con el transcurrir de los años y el andar por la vida vamos descubriendo que estamos llenos de miedos, prejuicios, complejos, máscaras, limitaciones autoimpuestas y todo tipo de estructuras mentales limitantes y limitadoras de las que vamos siendo conscientes que pasan a ser "problemas" a sanar.

 

Es, a partir de aquí, cuando empezamos a poner nuestra energía en "desaprender" gran parte de lo aprendido, ya que vemos que nos causa constantes conflictos y contradicciones, utilizando para ello, múltiples técnicas y terapias, tanto de la medicina tradicional como de la alternativa, oyendo como nos repiten diagnósticos y tratamientos estándar para al final, ir recogiendo madeja para intentar deshacer un rizo que se encuentra tan enmarañado que nos ha dejado todos esos complejos, miedos, etc, anteriormente comentados y así, poder volver a reencontrarnos con nuestro niño interior y volver a empezar de nuevo. 

 

Todo un trabajo de años que podríamos haber evitado si nos hubiesen dejado desarrollarnos y crecer libremente.