Páginas

jueves, 10 de enero de 2013

Educar

Educar
 

Rubem Alves


6 comentarios:

  1. Muy bonito Roberto.
    A mi que conste que los niños no me gustan ni me dicen nada. Es una etapa de mi vida en la que sufri muchisimo.
    ¡No me quiero ni acordar!

    ResponderEliminar
  2. Pues no te acuerdes mujer.
    Pero aqui el mensaje es otro: nada tiene que ver con la infancia personal de cada uno de nosotr@s.

    ResponderEliminar
  3. Educar es lo mismo
    que poner motor a una barca,
    hay que medir, pesar, equilibrar...
    y poner todo en marcha.
    Pero para eso
    uno tiene que llevar en el alma
    un poco de marino,
    un poco de pirata,
    un poco de poeta,
    y un kilo y medio de paciencia concentrada.
    Pero es consolador soñar,
    mientras uno trabaja,
    que ese barco -ese niño-
    irá muy lejos por el agua.
    Soñar que ese navío
    llevará nuestra carga de palabras
    hacia puertos distantes,
    hacia islas lejanas.
    Soñar que cuando un día
    esté durmiendo nuestra propia barca,
    en barcos nuevos
    seguirá nuestra bandera enarbolada.

    Gabriel Celaya

    ResponderEliminar
  4. Educar querid@s es dejar ser al otro como es.
    Paciencia.
    Paciencia.
    Aceptacion.
    Vocacion.
    Satisfaccion.
    Y al final, que en los ojos de cada niñ@ te veas a ti mism@.

    ResponderEliminar
  5. Por cierto: falta gente por aqui ¿NO?

    ResponderEliminar
  6. EL NIÑO SE PONE EN PIE,
    DA UN PASO,
    REBOSA DE JÚBILO
    Y SATISFACCIÓN...
    Y CAE DE BRUCES.
    ¡ES TODO UN SÍMBOLO
    DE LO QUE LE SOBREVENDRÁ!
    PERO APRENDE DE ESE NIÑO DESCONCERTADO.
    LEVÁNTATE DE NUEVO.

    ResponderEliminar