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sábado, 3 de diciembre de 2011

El lenguaje de los árboles

... un genio inmóvil de arbustos, matorrales y árboles se agolpa en los bordes del camino y en las orillas del río.

En la ladera del monte, los más grandes robles están parados a la escucha. La presencia de estos seres se siente con mayor intensidad por la noche, cuando las sombras de los enebros parecen hombres que esperan.

“¿Sabéis que los árboles hablan?

Se hablan entre ellos y os hablarían a vosotros si supierais escucharlos.

¡El fastidio con los blancos es que no se escuchan!”.

(Tatanka Marín-Búfalo hablador, 1871)

Aprendí a escuchar a los árboles cuando renegué de mi condición de hombre blanco y una noche, acostado en un pinar, hablé por primera vez con un grupo de grandes pinos. Estos árboles me comunicaron su calma y la inmensa serenidad de sus espíritus. Yo no tenía entonces mucho que decirles, pero abrí mi corazón y los escuché en el silencio. Una paz ilimitada nos envolvía...

Después nunca he dejado totalmente de hablar con los árboles y con las pequeñas plantas. ¡Lástima que tan a menudo me entren las prisas, los deseos de hacer, de ser y tener. Me envuelve entonces la rutina y la insensibilidad y de nuevo soy el loco, el hombre blanco que mira sin ver...!.

Fragmento de no se sabe muy bien que???

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