Hay un dicho chino que habla de que el ser humano nace infinito, pero poca gente muere infinita. El ser humano nace infinito y muere finito. Cuando naciste eras pura existencia. Cuando mueras serás un médico, o un ingeniero, o un profesor. ¡Serás un perdedor en términos de vida! Cuando naciste tenías abiertas todas las alternativas, infinitas posibilidades: podías haberte convertido en profesor, en científico, en poeta; tenías disponibles millones de oportunidades, todas las puertas estaban abiertas. Y luego, poco a poco, te fuiste asentando, te convertiste en profesor, en profesor de matemáticas, en un experto, en un especialista. Te fuiste estrechando cada vez más. Y ahora eres como un túnel pequeño que cada vez es más y más estrecho. Naciste como el cielo entero, pero no tardaste en meterte en un túnel, y ya nunca has salido de él.
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