Cuando trabajé con adictos durante la época de especialización como psiquiatra, atendí a una mujer que tenía un padre alcohólico y, a su vez, se había casado con un hombre alcohólico. La conocí en la clínica donde su marido estaba internado. Durante años, ella acompañó a su esposo a los grupos de Alcohólicos Anónimos para tratar de que superara su adicción, con la que llevaba más de doce años. Finalmente, él estuvo en abstinencia durante veinticuatro meses. La mujer vino a verme para decirme que, después de dieciséis años de casados, sentía que su misión ya estaba cumplida, que él ya estaba recuperado... Yo, que en aquel entonces tenía veintisiete años y era un médico doctorado hacía muy poco, interpreté que, en realidad, lo que ella quería era curar a su papá, y entonces había redimido la historia de curar al padre curando a su marido. Ella dijo: "Puede ser, pero ya no me une nada a mi marido; he sufrido tanto por su alcoholismo que me quedé para no abandonarlo en medio del tratamiento... Pero ahora no quiero saber nada más de él." El caso es que se separaron. Un año después, incidentalmente y en otro lugar, me encontré con esta mujer. Ella había formado una nueva pareja. Se había vuelto a casar... con otro alcohólico.
Extraido de "Las 3 preguntas".
(Jorge Bucay)
Bos días Roberto...
ResponderEliminarBueno, bueno... tema delicado, porque nos viene rápidamente a la mente, el maltrato... es decir, la violencia machista...
Es muy normal que ocurra ésto y aquéllo...
Cuando un trauma no se resuelve, se "vuelve a él"... es como la pescadilla que se muerde la cola...
Hay que salir de ese círculo.
Hay que intentar recibir ayudar.
Hay que pedir ayuda y tratarse.
Todo, claro desde la perspectiva individual, sólo así, podremos curarnos.... sanarnos.... es decir, "poder ser quienes realmente somos".
Podemos ser muy simples o muy complicados, verdad??
Biquiños atlánticamente agarimosos!!