El desempleo multiplica la delincuencia, y los salarios humillantes la estimulan. Nunca tuvo tanta actualidad el viejo proverbio que enseña: "El vivo vive del bobo, y el bobo vive de su trabajo". En cambio, ya nadie dice, porque nadie lo creería, aquello de trabaja y properarás.
El derecho laboral se está reduciendo al derecho de trabajar por lo que quieran pagarte y en las condiciones que quieran imponerte. El trabajo es el vicio más inútil. No hay en el mundo mercancía más barata que la mano de obra. Mientras caen los salarios y aumentan los horarios, el mercado laboral vomita gente. Tómelo o déjelo, que la cola es larga.
"Patas arriba. La escuela del mundo al revés"
(Eduardo Galeano)
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