Páginas

jueves, 9 de febrero de 2012

El pecado y la virtud

Hay más de cien millones de minas antipersonales diseminadas por el mundo. Estos artefactos continúan estallando muchos años después de concluidas las guerras. Algunas de las minas han sido diseñadas para atraer a los niños, en forma de muñecas o de mariposas o de cachivaches coloridos que llaman la atención de los ojos infantiles. Los niños suman la mitad de las víctimas.

Paul Donovan, uno de los promotores de la campaña universal por la prohibición, ha denunciado que una nueva gallina de los huevos de oro está empollando en las mismas fábricas de armamentos que han vendido las minas: estas empresas ofrecen su know how para limpiar los vastos terrenos minados, y cualquiera puede darse cuenta de que nadie conoce el asunto tanto como ellas. Un negocio redondo: arrancar minas resulta cien veces más caro que colocarlas.

"Patas arriba. La escuela del mundo al revés"
(Eduardo Galeano)

No hay comentarios:

Publicar un comentario