En alguna gran avenida de alguna gran ciudad latinoamericana, alguien espera para cruzar. Plantado al borde de la acera, ante la ráfaga incesante de automóviles, el peaton espera diez minutos, veinte minutos, una hora. Entonces vuelve la cabeza y ve que hay un hombre recostado en la pared, fumando y le pregunta:
- Oiga: ¿Cómo hago para pasar al otro lado?
- No sé. Yo nací en éste.
Bos días!!
ResponderEliminarJajajajajjaja...... muy bueno!!!!!!!!!!
Genial!!!!!!!!!!
Yo, me veo muy bien reflejada en el que "nació ahí"... recostado sobre la pared, esperando...
Desde que he decidido que la crítica y el "auto-juicio", no son nada beneficiosos, acepto de mejor grado todo lo que se me presenta... y me recuerda a mí...
Claro que también pienso, que hay un "momento para cada cosa"... para todo... para nada...
Puede que mi ciclo de "cruzar la carretera llena de coches", haya pasado...
Es decir, que no creo que sea muy normal (por lo menos para mí, eh?) estar en permanente movimiento, saltando, enfrentándome a peligros...
A lo mejor...
O a lo peor...
Necesitamos también nuestros momentos de "recostarse contra la pared"... y simplemente observar...
No sé... éso pienso yo ahora...
Biquiños atlánticamente agarimosos!!