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martes, 27 de marzo de 2012

Historias de Luz y Sabiduría - 8 minutos

Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos, pasando delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que allá adentro le decía:
- "Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal. Recuerda algo: Después que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal....."
La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y por las joyas, puso al niño en el piso y empezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal.
La voz misteriosa habló nuevamente. - " Tienes solo ocho minutos " Agotados los ocho minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró... recordó, entonces, que el niño quedó allá y la puerta estaba cerrada para siempre.
La riqueza duró poco y la desesperación, siempre.
Lo mismo ocurre, a veces, con nosotros. Tenemos unos 80 años para vivir en este mundo, y una voz siempre nos advierte: "¡No te olvides de lo principal!" Y lo principal son los valores personales, el amor, la paz, la familia, los amigos, la vida… Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tanto que lo principal siempre se queda a un lado.
Así agotamos nuestro tiempo aquí, y dejamos a un lado lo esencial: "¡Los tesoros del alma!".


Historia perteneciente al libro "El Silencio del Hombre - Historias de Luz y Sabiduría"

1 comentario:

  1. Bos días!!
    Siempre ocurre lo mismo, verdad??
    Este cuento o relato, lo describe a la perfección... es muy bueno!!
    El caso es que me ha recordado a la situación de una familia que está viviendo durante la crisis, según se mostraba en un pequeño reportaje emitido hace ya más de quince días en la tele.
    La madre, comentaba que vivían "bajo mínimos"... desvelaba "sus trucos", para lograr comer "con dignidad" todo el mes, aunque a veces tenían que solicitar ayudas...
    Se la veía una mujer muy dispuesta y entera... hasta que la reportera le preguntó por los dibujos que sujetaba con imanes en la nevera...
    Ella, le respondió derrumbándose, llorando desconsoladamente, que eran los "regalos de cumpleaños" de sus tres hijos...
    Ahora... "ahora"... no podían permitirse regalitos... pero ella, había sabido a través de esos dibujos, que ninguna carencia era tan grande o tan grave, si los cinco permanecían unidos... esos dibujos eran de INCALCULABLE VALOR PARA ELLA Y SU MARIDO!!
    Se lamentaba entre sollozos, de haber tenido que llegar a esta situación económica tan lamentable, para "darse cuenta".
    A todos, yo creo que nos ha ocurrido algo parecido en alguna ocasión...
    Ya se sabe....... VALORAR ALGO REALMENTE, CUANDO LO PERDEMOS........
    Biquiños atlánticamente agarimosos!!

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