Páginas

sábado, 26 de noviembre de 2011

Condicionamientos

Al caer la noche la caravana del desierto se detiene. El muchachito encargado de los camellos se acerca al que guía la caravana, y le dice:
- Hay un problema, tenemos 20 camellos y 19 cuerdas, así que, ¿cómo hacemos?
El guía le responde:
- Mira, los camellos son bastante tontos, así que, y después de atar a todos los demás, acércate al lado del último camello y haz como que lo atas. Él se va a creer que lo estás atando y se va a quedar quieto.
Un poco desconfiado, el muchacho va y hace como que lo ata, y el camello, en efecto, se queda allí, paradito, como si estuviera atado.
A la mañana siguiente, cuando se levantan, el cuidador cuenta los camellos. Están los veinte.
Los mercaderes cargan todo y la caravana retoma el camino. Todos los camellos avanzan en fila hacia la ciudad. Todos menos uno que queda allí.
- Jefe, hay un camello que no sigue a la caravana.
- ¿Es el que no ataste ayer porque no tenías soga?
- Sí. ¿Cómo lo sabe?
- No importa. Ve y haz como que lo desatas, porque si no, va a seguir creyendo que está atado y si él sigue creyéndose atado, no empezará a caminar.

Extraido de "Las 3 preguntas".
(Jorge Bucay)

1 comentario:

  1. Bos días, Roberto!!!!
    Esta es la "historia" que esperaba hace tiempo!!!!
    Cuántas ataduras invisibles nos ahogan!!
    Cuánta ignorancia nos rodea!!
    Y al mismo tiempo, cuanta belleza encierra este cuento de Bucay!!
    A mí, particularme me parece "muy sanador"..... y tú, de éso, sabes mucho.......
    Graciñas por reflejar aquí, el sentir de mucha gente!!
    Biquiños atlánticamente agarimosos!!

    ResponderEliminar