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sábado, 26 de junio de 2010

"El árbol de los problemas"

El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja

acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica

se dañó y le hizo perder una hora de trabajo y luego su antiguo camión se

negó a arrancar. Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez

que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la

puerta se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas

de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta ocurrió una

sorprendente transformación.


Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos

y le dio un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil.

Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo

que lo había visto hacer un rato antes.


“ !Oh! ese es mi árbol de problemas, contestó. Sé que yo no puedo evitar

tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no

pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente

los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana

los recojo otra vez. Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo en

la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado

la noche anterior."

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